Qué es la inflamación silenciosa

2/16/2025 /// General
Qué es la inflamación silenciosa
No todo lo que no se ve, no existe

¿Te sientes cansada sin razón aparente? ¿Te cuesta concentrarte, descansar o mantener un estado de ánimo estable? Estos pueden ser signos de algo más profundo: la inflamación silenciosa. Un proceso que afecta cada vez a más personas —especialmente a partir de los 35 años— y que puede comprometer tu bienestar físico, emocional y mental si no se detecta a tiempo.

¿Qué es la inflamación silenciosa?

La inflamación es una respuesta natural del cuerpo para protegerse. Pero cuando esta reacción se vuelve crónica y de bajo grado, sin un origen evidente, hablamos de inflamación silenciosa. Es como una llama interna constante que afecta a nuestros tejidos, órganos y sistemas, sin síntomas evidentes al inicio… pero con un impacto profundo y acumulativo con el tiempo.

Esta inflamación de bajo grado puede comprometer el equilibrio del sistema nervioso, alterar nuestras hormonas y convertirse en un factor de riesgo para problemas como:

  • Fatiga persistente
  • Ansiedad o cambios de humor
  • Dificultades para dormir o descansar profundamente
  • Dolor muscular o articular sin causa aparente
  • Retención de líquidos o hinchazón
  • Alteraciones digestivas
  • Trastornos cardiovasculares y circulatorios

¿A qué edad nos afecta más?

Aunque puede aparecer en cualquier etapa, la inflamación silenciosa es especialmente común entre los 35 y 60 años, cuando el cuerpo empieza a mostrar señales del estilo de vida acumulado: falta de descanso, estrés crónico, exposición a tóxicos, mala alimentación o sedentarismo.

Además, en mujeres, coincide con desequilibrios hormonales típicos del climaterio, lo que la hace aún más relevante en programas de prevención y salud integrativa.

¿Cómo identificarla?

Aunque no siempre da la cara de forma evidente, hay algunos síntomas recurrentes que pueden alertarnos:

  • Necesidad constante de cafeína o dulces para "tirar"
  • Dificultad para perder peso pese a comer saludable
  • Piel apagada, rosácea o eczema
  • Ciclos menstruales irregulares o muy dolorosos
  • Mal humor al despertar
  • Dolores de cabeza o niebla mental frecuentes
  • Sensación de inflamación abdominal constante

¿Cómo combatirla de forma natural y efectiva?

La buena noticia es que la inflamación silenciosa puede revertirse con un enfoque integral y basado en evidencia. No se trata de dietas extremas, sino de devolverle al cuerpo lo que necesita para autorregularse. Aquí van las claves principales:

1. Nutrición especializada basada en pruebas

Hoy podemos medir el nivel de inflamación con test específicos que analizan, por ejemplo, el equilibrio entre grasas omega-3 y omega-6. Esto nos permite crear un protocolo nutricional personalizado, orientado a restaurar la salud celular y regular la inflamación desde su raíz.

2. Alimentación real y sin ultraprocesados

Una dieta antiinflamatoria debe centrarse en alimentos reales, ricos en antioxidantes, fibra y grasas saludables:

  • Verduras de todos los colores
  • Frutas de bajo índice glucémico
  • Legumbres, semillas y frutos secos
  • Pescado azul en pequeñas cantidades
  • Especias como cúrcuma, jengibre o canela

Evita ultraprocesados, azúcares añadidos, harinas refinadas y grasas trans. Lo que no nutre, inflama.

3. Ejercicio físico moderado y regular

Mover el cuerpo cada día es clave para la salud cardiovascular, circulatoria y metabólica. No hace falta machacarse en el gimnasio: caminar a buen ritmo, practicar yoga o entrenamientos suaves pueden ser suficientes para activar la circulación y desinflamar los tejidos.

4. Descanso adecuado

Dormir entre 7 y 9 horas por noche es vital para que el cuerpo regenere tejidos, regule las hormonas y baje los niveles de inflamación. Crea una rutina de sueño relajante y reduce pantallas al menos 1 hora antes de dormir.

5. Control del estrés con respiración consciente

El estrés crónico es una de las principales causas de inflamación silenciosa. Incorporar ejercicios de respiración consciente o mindfulness reduce la actividad del sistema simpático (modo “alarma”) y favorece el modo “reparación”. Empieza por 5 minutos al día y ve aumentando.

¿Te resuena?

La inflamación silenciosa puede estar actuando en segundo plano sin que lo sepas. Identificarla y abordarla desde la nutrición, el descanso y la gestión emocional puede marcar un antes y un después en tu salud.

Si quieres saber si este proceso está afectando a tu organismo, puedo ayudarte con una consulta individual basada en test y diagnóstico personalizado. Escríbeme y te cuento cómo empezar.

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