Nutrición Antiinflamatoria

 

La alimentación que renueva tu energía y bienestar

Priorizo el equilibrio de la función digestiva, la salud intestinal y el control de la glucemia, proponiendo el estilo alimentario que más nutre a nuestras células.

En mi consulta, comprendo que cada individuo es único y merece un enfoque nutricional que se adapte específicamente a sus necesidades y objetivos de salud. Por eso, dos de las estrategias alimentarias que frecuentemente considero son las dietas low carb y la keto (o cetogénica) cómo enfoque anti inflamatorio. Ambas tienen beneficios significativos y elegir entre una u otra depende de varios factores individuales.

La alimentación baja en carbohidratos, o low carb, se centra en reducir la ingesta de carbohidratos, optando por fuentes de energía más estables como las grasas y proteínas, asociados a hortalizas frescas escogidas. Este enfoque ayuda a mantener los niveles de glucosa en sangre más constantes, lo cual es especialmente beneficioso para pacientes con resistencia a la insulina, diabetes tipo 2, sobrepeso u obesidad y alteraciones gastrointestinales como disbiosis y SIBO. Al evitar los picos y caídas de azúcar en sangre, los pacientes experimentan una mejora en su energía y concentración a lo largo del día.

 

 

La dieta cetogénica, o keto, lleva la restricción de carbohidratos un paso más allá, fomentando un estado de cetosis donde el cuerpo quema grasa como fuente principal de energía. Este enfoque puede ser muy eficaz para una pérdida de peso consistente a largo plazo. Además, muchos de mis pacientes reportan un aumento en los niveles de energía y una mayor claridad mental una vez que se adaptan a esta forma de alimentación.

​No hay una solución única para todos. Al evaluar a cada paciente, tengo en cuenta diversos factores como su historial médico, estilo de vida, preferencias alimentarias y objetivos de salud. Esto me permite recomendar la estrategia nutricional que mejor se adapte a sus necesidades, ya sea low carb, keto o una combinación personalizada de ambas.

Mi objetivo es guiar a cada paciente hacia el camino que mejor se adapte a su cuerpo y sus metas de salud, asegurando un enfoque equilibrado y sostenible.

Lo más importante es escuchar a tu cuerpo nutriéndote de forma limpia y potenciando tu bienestar.

  • Reequilibra la flora bacteriana
  • Reactiva tu intestino

Refuerza tu digestión

SIGNOS DE UNA BUENA DIGESTIÓN

  • Ausencia de malestar en el estómago o intestinos.
  • Evacuación regular y fácil.
  • Satisfacción después de las comidas, sin sensación de antojos.
  • Sentirse despierto y con la mente clara después de las comidas en vez de aletargado y aturdido.
  • Sabor agradable en la boca y buen aliento.

SIGNOS DE INDIGESTIÓN

  • Malestar en el estómago y los intestinos.
  • Eructos, reflujo y flatulencias.
  • Mal sabor de boca y mal aliento.
  • Cansancio después de las comidas y durante todo el día.
  • Antojos incontrolables después de las comidas de alimentos muy procesados.
Plan de recuperación, transformación y resiliencia